¿Qué podemos esperar del oro?
La incertidumbre económica —y especialmente geopolítica— ha dominado los mercados en los últimos meses. En contextos como este, el oro suele ser el gran ganador. Su reputación como refugio de valor y su trayectoria histórica como moneda de reserva durante periodos turbulentos lo convierten en un activo clave en tiempos de volatilidad.
Sin embargo, la gran pregunta sigue siendo: ¿hasta qué punto y cuándo puede seguir subiendo?
¿Por qué es importante el oro?
Durante gran parte del siglo pasado, las principales monedas del mundo estaban respaldadas por el metal amarillo bajo el llamado patrón oro. Aunque ese sistema ya no está vigente, el oro sigue ocupando un lugar central en el sistema financiero y en la mente de los inversores.
Pero ¿por qué mantiene su valor a lo largo del tiempo?
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Durabilidad: el oro no se deteriora ni se oxida, por lo que puede conservarse indefinidamente.
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Historia monetaria: desde la antigüedad, ha sido utilizado como medio de intercambio y reserva de riqueza en prácticamente todas las civilizaciones.
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Estabilidad de valor: a diferencia de las monedas fiduciarias, el oro ha mantenido su poder adquisitivo real a lo largo de los siglos, incluso en épocas de inflación o crisis financieras.
Por estas razones, sigue siendo un activo refugio por excelencia, buscado por gobiernos, bancos centrales e inversores privados.
El oro en el contexto actual
En las últimas semanas, el oro alcanzó máximos históricos cercanos a los 4.380 dólares por onza, impulsado por la búsqueda de seguridad ante tensiones geopolíticas y comerciales.
Sin embargo, más recientemente se produjo un retroceso cercano al 9 %, sin un catalizador evidente. Entre las causas más probables se encuentran:
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La disminución de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, tras los comentarios "positivos" de Trump.
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Los acuerdos de alto el fuego en Gaza, que redujeron la percepción de riesgo internacional.
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La fortaleza del dólar estadounidense, tradicionalmente inversamente correlacionado con el precio del oro.
Cuando el dólar se aprecia, el oro suele retroceder, ya que su precio se fija en esa divisa y se encarece para los inversores que operan con otras monedas.
Factores clave a seguir
El dato del IPC estadounidense será el principal evento de riesgo de la semana. Aunque la Reserva Federal parece ahora más enfocada en el mercado laboral, una sorpresa al alza en la inflación podría impulsar las expectativas alcistas sobre el oro, dado su papel como cobertura frente a la pérdida de poder adquisitivo.
En general, el oro mantiene una tendencia alcista de fondo, respaldada por la posibilidad de que los rendimientos reales sigan cayendo ante una política monetaria más moderada de la Fed. No obstante, no se descartan correcciones a corto plazo dentro de esa tendencia.
Análisis técnico
En el gráfico diario, el oro ha retrocedido hasta la zona de los 4.000 dólares por onza, donde converge una línea de tendencia alcista que actúa como soporte clave.
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Si los compradores reaparecen en ese nivel, podríamos ver una recuperación hacia los máximos recientes.
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En caso contrario, una ruptura del soporte podría llevar al precio hacia la zona de 3.600 dólares, próxima a la media móvil exponencial de 100 días, e incluso hasta los 3.450 dólares.
Conclusión
El oro continúa consolidando su papel como activo estratégico en tiempos de incertidumbre. La combinación de tensiones geopolíticas, inflación persistente y políticas monetarias más flexibles crea un entorno propicio para mantener una exposición moderada al metal dentro de una cartera diversificada.
En resumen, mientras la economía global siga navegando entre la inestabilidad y la cautela, el oro seguirá brillando como refugio y reserva de valor.
