Bla, Bla, Bla, el mundo se va a acabar.
Si las mentes más lúcidas y preclaras del momento no son capaces a hacer lo que sea más correcto, al menos los otros, debemos ayudar a generar una conciencia práctica y real para afrontar el problema del calentamiento global.
Probablemente sea la primera vez en la historia de la humanidad, donde existe algo verdaderamente único y global que podemos controlar: el aumento de la temperatura del planeta.
No estamos hablando de la glaciación, ni siquiera de un asteroide ☄️ que arruine la vida de millones de personas, es mucho más fácil. Es más, la buena noticia es que podemos hacerlo, pero el tiempo apremia porque vamos tarde y el problema ya es muy muy gordo.
Todos sabemos que hay un debate abierto sobre cómo debe caminar la humanidad frente a un horizonte cada vez más hostil para las especies que habitamos el planeta. Pero no será aquí donde venga a dar una solución ideal, porque verdaderamente tienen que ser la suma de varias soluciones.
El problema
Más que el problema, es la suma de circunstancias que se convierten en un problema:
El aumento de la población del planeta. No sólo que este hecho se desarrolle de manera muy desigual, es que a más personas, más demanda y necesidad energética.
La herencia contaminante. No partimos de 0, el desarrollo industrial hacia un estilo de vida consumista sin desenfreno consigue que las necesidades energéticas, excedan la razón y la tolerancia del planeta.
No hay conciencia. Frente a un desafío nuevo, silencioso y letalmente progresivo, son exiguas las muestras alrededor del planeta de políticas medioambientales que favorezcan la vida y los ecosistemas naturales.
Y luego vienen todas las manifestaciones como el no respeto a los ríos, a los árboles, a toda la fauna y al aire que respiramos, que vemos a modo de grandes focos de contaminación como son las urbes y centros de producción alejados de la vista del público.
Y no puede ser.
No puede ser que se viva en una espiral de autodestrucción global e individual.
Y como todos ya sabemos que no puede ser, entonces todos tenemos que actuar.
El clima afecta a todos más que la pandemia presente y lo que estamos viendo es simplemente el preámbulo de lo desconocido.
No, no es ninguna broma ni es por escribir un artículo de moda.
Todos y cada uno de nosotros tenemos la obligación de parar este desenfreno de excesivo consumo y con mayor razón, los países ricos.
Tal y como lo veo yo, dentro de dos años, todas las facturas de luz pueden tener perfectamente un cero a la derecha…
La felicidad no la da precisamente el uso compulsivo e inconsciente de energía que al final es el problema: más demanda de energía, más contaminación.
Todos podemos poner algún freno a cada pequeño acción del día: apagar la televisión que no se ve, desenchufar cables que no cargan nada, ajustar el uso del agua, compartir coche, usar menos plástico, apagar todas las luces y otro sinfín de pequeñas cosas que debemos hacer todos.
Pero es que tampoco es suficiente.
Dado que el problema es planetario, en este caso obviamente los líderes políticos auspiciado por la Naciones Unidas 🇺🇳, debe regular con potestad sancionadora a los países que incumplan, bajo algún tipo de criterio de justicia y equidad.
No sólo deben ser la suma de pequeñas decisiones individuales, los políticos tienen la obligación y la responsabilidad de atajar esta realidad sino bajo sus conciencias quedará la muerte de miles o millones de personas, más la anarquía de lo desconocido para los más jóvenes.
Bajo sus conciencias, pero también sobre la tuya.
Todos tenemos que actuar y se debe ver bien a quien comparta coche, a quien use el transporte público y también deberíamos elevar a un debate de porqué no hay interés en buscar una fuente de energía constante para todo el mundo.
Yo no sé si la energía nuclear es el demonio. Tampoco sé a quién le gusta que le pongan un molino de viento a la vista de su ventana.
Lo que sí sé es que hoy no parece una cuestión de dinero, sino de voluntad.
Nunca antes se pudo trabajar más rápido y hay talento y medios para acelerar lo que sea necesario porque la Covid así lo ha demostrado.
Yo de cuestiones técnicas sobre la energía voy muy mal y, no es cuestión de repetir lo que explican mejor otros.
Así que aparte de recordar la gravedad de la situación e, invitar a que todos hagamos los esfuerzos que nos dignifican como seres humanos, recordar que somos las personas las que al fin y al cabo decidimos con nuestras decisiones el calentamiento global y una realidad está clara:
Cada vez hay más gente en el planeta y los recursos siguen siendo los mismos, si no menos. Urge que cada uno de nosotros ponga no un granito de arena, sino un cambio real en nuestros comportamientos porque no lo que no es de recibo es que exijamos a los demás como pueden ser los líderes políticos que hagan lo que nosotros no hacemos.
Urge una autocrítica y un cambio ya, no mañana.
Muchas Gracias.