Mi bucle espacio temporal de Padrón
Salía de mi casa para trabajar, pero no era un día cualquiera estrenaba mi fabuloso Mercedes y allí iba dirección a Vigo para un asunto comercial.
Mi capacidad negociadora puede ser tan agresiva y puedo ser persistente, que tuve que aplicar todas mis mejores técnicas de cierre de ventas y así fue. Tuve que volver en calzoncillos y conduciendo un dos caballos nuevecito eso sí y, el Mercedes formó parte del trato, uuummm bueno soy yo cuando me pongo.
El caso es que volviendo A Coruña a medio camino tienes que pasar por Padrón y no sé si era la amortiguación del coche, pero todo empezó a botar y el cielo se puso de color gris miedo.
Sin darme cuenta todo empezó a volar y a girar y ya no sabía cual era la dirección a Vigo o A Coruña y de repente el coche se asentó en la carretera y, aparecieron tres ocupantes: atrás estaban Camino Jose Cela y el Apóstol Santiago a empujones, a gritos y discusiones.
Yo creo que el Apóstol no sabía que el insigne era un premio nobel de literatura y, claro no le tenía respeto ninguno y el Cela que es muy suyo, le estaba dando unas explicaciones que se asemejaban más a gritos y bofetones. Cuando miré por el espejo del medio vi al Apóstol dándole a la cerradura intentando salir y al Cela diciendo, pero ven aquí!, que me vas explicar otra vez lo de los panes y los peces!.
Lo sé, es alucinante pero imagínate que te pasa a tí?. El caso es que de copiloto tenía Rosalía De Castro y entre tanto grito y discusión en el asiento de atrás, casi no me di cuenta que Rosalía estaba dibujando algo así como el Apocalipsis de Cela contra el Apóstol, al estilo más Rafaeliano de la capilla sixtina. En A3.
Era precioso y tan bonito que dejaría una huella para la historia innecesaria, asique sacando mi mejor headhunter y coaching tuve que reorientar esas capacidades hacia el bien y le tuve que decir, mira Rosalía no puedes hacer esos dibujos, no te puedes imaginar la mala prensa que vas a dejar mira en vez de manchar todo el papel, es mejor que lo escribas.
Y buena la hice, la Rosalía venga a llorar y a llorar, atrás a gritos y bastonazos y de repente se despejó la niebla y como si nada, todo volvió a la normalidad y pude seguir en calzoncillos con mis dos caballos nuevecito recién salido del puerto de Vigo, dirección A Coruña.
Cuando llegué se lo estaba explicando a mi mujer y le decía: no sólo pude hacerle un homenaje a un premio Nobel de literatura como es Camino José Cela, sino que además salvaguardar el cristianismo que sé que hay mucho seguidor del Apóstol Santiago y, ya de paso ayudar a aquella chica a reorientar su carrera de la pintura hacia las letras.
Y ella erre que erre, que porque volvía en calzoncillos y donde estaba el Mercedes. Cuando le dije que era parte del trato me miró y me dijo tú eres tonto o te has vuelto?. Yo miré el coche y pensaba, pues menos mal que traje el amarillo.
Y más o menos así fue la historia. En ese cruce de caminos con salida al mar donde en el mismo espacio se alberga toda la historia, quitando el pequeño detalle que mi paso en calzoncillos en un dos caballos que no se ha inmortalizado y, que tampoco nadie me lo ha agradecido.
Sólo decir que si vas en coche vayas con mucho cuidado, porque vas tranquilo pero de repente ....
Buen Trading :)