Los precios dibujan una zona de freno que abarca entorno a año y medio entre 2022 y mediados del 2023. Desde entonces el precio de estos derechos de emisión de carbono de la UE se han relajado.
Parece lógico si atendemos a la fuerte subida de dichos derechos durante su creación y a que dicha realidad se acentúa con la situación bélica en Ucrania motivada por la invasión Rusa.
Esta conflictividad produjo con más intensidad y mantiene todavía hoy una olvidada inflación que se mantiene como riego latente y que lastra el crecimiento y la confianza. Uno de sus síntomas es la reducción del comercio y en parte puede explicar también la aparente calma en la necesidad de obtener más derechos de emisión de carbono.
Parece que no hay muchas dudas sobre que independientemente de los requisitos técnicos y legales, los fondos de inversión deberán tener en cuenta esta realidad mundializada de emisiones de carbono para su exposición como requisito de diversificación.
Obviamente, por debajo de esta gráfica existe una realidad de negocios, comercio y salud que vertebra la geografía y que puede resumir mejor en algún momento futuro la realidad humana y social. Añadiendo un interés mayor desde un punto de vista académico como un indicador adelantado para proyecciones macroeconómicas entre otras posibilidades de estudio.
Poco más que decir, simplemente parece que a largo plazo es una apuesta segura.
Buen trading :)