La rutina del paseo
Desde el paseo todo se ve mejor y más claro.
A cada paso se recuerda más y mejor, se recupera la lucidez y la genialidad, se desecha lo malo cuál sudor y uno se concentra en la superación.
Cada baldosa puede ser un mundo y cada paso verdaderamente lo es.
Todos aquellos que sólo miran porque no son capaces a ver, jamás podrán apreciar la grandiosidad del milagro de tan sólo poder mirar el paisaje y de sentir el latido de su corazón.
La rutina del paseo hace el hábito y en esta caso también hace al monje.
Antes de poder correr diez kilómetros, se ha de poder correr cinco y antes de los cinco se ha de poder andar 10.
Cada paso no es que sea importante, es que es fundamental y, en este tránsito de paseo va, paseo viene, pronto compraré unas nuevas zapatillas para lanzarme al running y retomar el trote y la velocidad, el blog y el látigo de la realidad.
En esta rutina del paseo estilístico y metafórico de la vida y los mercados, toca la poesía y la acidez propia de la realidad del ver, el mirar y el querer.
Conjugar mercados y poesía es muy sencillo, tan sólo se han de dar dos condiciones: saber de mercados y saber de poesía y, no me gusta repetirme ;).
Nada más hasta el próximo artículo; por ahora voy a contar baldosas, calcular medidas y los precios de cada pisada. Luego volveré con tantos cálculos que necesitaré un compás nuevo, una nueva escuadra y legión de valientes y no de bocazas.
Mantente al tanto porque vienen cambios y creo que quiera o no quiera se notarán de alguna manera, asique como siempre, garantizo la mayor responsabilidad en lo que haga, lo que significa que estoy plenamente capacitado para llamarle guapo al feo y tonto al listo pero sólo por la confianza de no creerme nada, sobretodo si viene del sector financiero.
Voy a pasear haber cuantas cosas recuerdo y cuantas caras pasan por mi memoria.
Pilas cargadas 90%.
Muy buen trading amigos, la última palabra nunca está dicha.